Ikerburn: de la Vocación al Agotamiento
La Formación Sanitaria Especializada (FSE) en España, reconocida por su excelencia y rigor académico, constituye una etapa crucial en el desarrollo profesional de los médicos. Sin embargo, esta etapa formativa, que debería estar centrada en el aprendizaje y el crecimiento, se ha convertido en muchos casos en un periodo de elevada exigencia emocional, física y laboral, con consecuencias directas sobre la salud mental y el bienestar de los médicos en formación.
El proyecto IKERBURN, impulsado por la Sección Nacional de Médicos Jóvenes de la Organización Médica Colegial (OMC), nace de la necesidad urgente de visibilizar y abordar el impacto del burnout en los médicos jóvenes y residentes. Este síndrome, caracterizado por el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución de la realización personal, ha alcanzado niveles preocupantes en el colectivo médico, especialmente en los primeros años de ejercicio profesional.
La literatura científica y los datos recogidos por el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), programa impulsado por la OMC, evidencian un aumento drástico en la demanda de atención psicológica y psiquiátrica entre los médicos jóvenes. Sin embargo, estos datos representan solo la punta del iceberg, ya que muchos profesionales no acceden a los recursos disponibles por miedo, desconocimiento o falta de tiempo.
La realidad actual es que el sistema MIR, tal como está estructurado, presenta jornadas extenuantes, guardias prolongadas, escasa supervisión, y dificultades para la conciliación personal y familiar, todo ello en un contexto de precariedad laboral y retributiva.
Además, el modelo actual de formación médica especializada sigue anclado en dinámicas hospitalarias tradicionales, con una fuerte carga asistencial que muchas veces desplaza la formación a un segundo plano. La feminización de la profesión médica, el cambio en los perfiles
de los profesionales y la creciente demanda de atención a patologías crónicas y de salud mental exigen una transformación profunda del sistema formativo, que contemple no solo la adquisición de competencias clínicas, sino también el cuidado integral del profesional en
formación.
El estudio IKERBURN se propone como una herramienta de diagnóstico y sensibilización.
